PERIODISMO I
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TRABAJO
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TESTIMONIO
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NOMBRE
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Salomé Egas D.
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La primera impresión no siempre cuenta
Conociendo a mi compañero de trabajo, Andrés Aguirre
Al ingresar a la universidad me vi en la necesidad de
conseguir un trabajo, quise solventar mis propios gastos.
Esta decisión me llevó a conseguir un trabajo de medio
tiempo en McDonalds, lugar en el cual conocí a varias personas contemporáneas
con mi edad.
Hubo una persona en especial que marcó mis primeros
días de trabajo, Andrés Aguirre, estaba encargado de mi entrenamiento, fue una
gran sorpresa el encontrar que su actitud conmigo era prepotente, a diferencia
de muchos otros compañeros que se mostraban amables.
Me hizo pensar que era una persona fría y petulante
con la cual no quería ningún tipo de relación más allá de la laboral, tal vez
el hecho de no ser tratada con halagos como con mis otros compañeros me hacía
sentir molesta.
Trabajamos pocas veces juntos pero el trato que nos
dábamos era estrictamente laboral, no conversaba en tiempo libre y mucho menos
bromeaba, al pasar el tiempo logramos mantener una que otra conversación e
incluso quedamos en que nos veríamos en una fiesta que la tienda organizaba año
a año.
Un día cualquiera llegue a mi trabajo como de
costumbre y me encontré con la sorpresa de que él dejó el trabajo, obviamente
algo mejor había llegado.
Pasé mucho tiempo sin saber nada de él, al parecer
saldría de mi vida como una persona más. Estaba equivocada, al pasar unos meses
recibí un mensaje amistoso de su parte y empezó entre los dos una grata
conversación. Nuestros horarios de trabajo no coincidían como para hablar
constantemente, así que intercambiamos mensajes pasando de dos a tres días.
Hubo un día que ninguno de los dos tenía que cumplir
con mayores obligaciones así que hablamos durante mucho tiempo, en realidad la
conversación se extendió a toda la madrugada.
Al otro día me desocupaba del trabajo al iniciar la
tarde, así que me pareció buena idea invitarlo a pasar el rato con mis
compañeros de trabajo y ex compañeros y amigos de él.
Sin imaginarlo ninguno de los chicos pudo acompañarnos
así que salimos en lo que parecería una cita, esa tarde fuimos a tomar un café,
en medio de bromas pude conocer una pequeña parte de él, algo de su pasado y
sus aspiraciones. Me impactó como una persona tan joven tenía tan claras sus
metas, estábamos en medio de una conversación de las que uno jamás se cansaría.
Al parecer el día no terminaba, decidimos ver el
fútbol acompañado por un trago, las horas pasaron volando, finalizado el
partido caímos en cuenta que era de noche y pensé que no estaría mal salir a
bailar.
Resulto extraño que tras un inicio tan malo entre los
dos, se formaría una gran amistad, y quien sabe algo más...
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