PRETENDO CUMPLIR MI META
“El 8
de julio de este año me invitaron a participar en la marcha para visibilizarnos
desde una diversidad de apuestas que pretenden una sociedad y que reconozca la
diferencia como parte fundamental de la democracia y del ejercicio de la
ciudadanía. Yo participe en la llamada Marcha del Orgullo Lésbico, Trans, Gay y
Bisexual en Bogotá-Colombia en el que denuncie la mentira de la Gran
Transformación del actual gobierno, que ha convertido la promesa de una nueva
forma de reconocimiento de las diversas ciudadanías en una burda y facilista
noción de la inclusión y vulnerabilidad. Participe y demande la tolerancia,
porque no cuestiona las bases de la discriminación y la exclusión. La
tolerancia no reconoce la legitimidad del (la) otro(a) diferente; no reconoce
los sistemas de poder que interactúan para situar a ciertos grupos de la
población en el patio trasero de lo sucio y descartable.
Juntamente
con mis compañeras demandamos inclusión, porque no queremos ser incluidas en
lógicas neoliberales, patriarcales, machistas y heteronormativas. La inclusión
no cuestiona estas lógicas ni los sentidos de lo que somos y dónde nos situamos
como personas. Sí yo denuncie como grandes fracasos políticos actuales la
deslegitimación de las demandas y expectativas de la población, con la
imposición de una política represiva autoritaria con lógicas estatales
verticales y jerárquicas; el desconocimiento de los significados del cuerpo y
las sexualidades de las mujeres; el desconocimiento de las demandas,
necesidades e intereses, entre ellas mi posición como lesbiana que implicaba
replantear ciudadanías, relaciones de poder y acceso y ejercicio de derechos.
Yo soy
lesbiana y demando la gran transformación y el replanteamiento de los cimientos
democráticos que incluya un nuevo pacto social y político, donde coloquemos los
grandes desafíos y retos que nuestra sociedad debe visibilizar y enfrentar,
como el racismo, el clasismo, el feminicidio, las consecuencias de la guerra
interna, la lesbofobia, entre otros.
Esto
supone salir de aquellos sitios cómodos y fijos, y alentarnos con nuevas formas
de re-conocernos y reconocer. Una forma política de iniciar este proceso puede
ser cuestionarnos para encontrar puntos de articulación con otros movimientos,
con otras demandas, con otras luchas.
Yo
salí a recorrer las calles de Bogotá, porque ser y estar con nuestras caras,
nuestras voces y nuestros cuerpos es desobedecer y desobedecer ha sido siempre
para las mujeres, y en especial para las mujeres lesbianas, ¡transformar! Me
visibilizare en las calles para generar con nuestras presencias parte de esos
cambios en los imaginarios, parte de esos cambios en el espacio público tan
privatizado y encerrado.
¡Con
nuestra existencia desobediente que rompe con el sistema patriarcal y machista,
aportaremos una vez más transformando la democracia, porque la democracia se
hace también en la calle, haciendo bulla, bailando, protestando, denunciando,
politizando nuestras identidades, cuerpos, placeres, erotismos y afectos!”.
Autor: Magaly Cangás
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